Todos los pinches días me levanto temprano, sea lunes, sábado o domingo; haya estado cansadísimo o no, me levanto temprano.
6 o 7 de la mañana a más tardar, vale madre, es una mamada, un pinche karma; quisiera dormirme dos días seguidos como alguien que conozco pero nomás no puedo.
Una de mis carnalas se ataca de risa al recordar los domingos en casa de mi mamá, ya que cuando yo iba a la secundaria, estaba en una banda de guerra y era corneta (y lo sigo siendo) pero debido a que era bien temprano, todos dormidos y yo sin nada que hacer, salia al balcón de mi casa y tocaba una Diana a todo lo que daban mis pulmoncitos (nomás por chingar) y a lo lejos se escuchaba el grito del vecino todo crudo: "Chingatumaaaaaaadre pinche pelón" porque así me decían: "el pelón".
Bueno, ya no pienso que el parame temprano sea un Karma o mala suerte o una maldición.
Desde que la tecnología me lo permite, me paro de la cama, me hago un cafecito de grano, prendo mi laptop y me pongo a escuchar y ordenar mi música.
Mi audioteca digital no podrá ser la más extensa, pero si es una de los más ordenadas; hay de tocho morocho, pero mis favoritos siguen siendo mis favoritos.
Disfruto un chingo ése momento de hacer algo que a mi me gusta, sólo a mi y que me lo dedico a mí.
¿Tú qué haces por tí y para tí?
Algunas recomendaciones:
- Para ponerse de buenas: D'yer Mak'er de Led Zeppelin
- Para manejar en carretera o en el periférico: The Future de Leonard Cohen
- Para ponerse en mood conquistador-matador: I Walk the Line de Johnny Cash pero versión de Live
- Para hacerse el Harakiri: Watching the Wheels del buen John
- Para ponerse realmente intensos: Danse Bohéme de la ópera Carmen de Bizet (escuchar bien pinche fuerte y a ojos cerrados de favor)
- Para animar el baile: Everybody de Martin Solveig
- Para darle en la madre a las fiestas: Gavilán o Paloma de José José (versión en vivo desde el Estadio de Wembley jaja)